Reconocimiento

Es de ley reconocer la autoría de la escultura que consta como imagen de cabecera de este blog: Se trata de la obra "Mujer en la pira" de la artista Kiki Smith.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Margarita y los nueve enanitos


Margarita y los nueve enanitos

Margarita era muy mona, muy sensual, muy cálida. Los orgasmos de Margarita eran famosos en todo el patio y al arrullo de sus baladas nocturnas se amaban las parejas y se acariciaban l@s solitari@s. Todos y todas la envidiaban y la deseaban y cuando bajaba por la escalera y salía a la calle deslizándose naturalmente como una pantera, la rutina diaria se olvidaba y se llevaba prendidas en su talle todas las miradas. Un mal día, Margarita, tan afortunada para todo, tuvo la mala fortuna de sufrir un accidente doméstico: trajinando en la cocina se rebanó un dedo, el cual, aunque llegó entero junto con su dueña al mejor hospital de la ciudad, no pudo ser reinjertado. Apenas estuvo tres días Margarita muy triste en la casa de salud y la gente que acudía a visitarla le decía: Margarita no estés triste, si tienes nueve más. Al fin dieron el alta a Margarita que regresó nostálgica a su casa. Los días fueron pasando, y las noches, y a medida que éstas trascurrían los vecinos iban echando algo de menos, y Margarita también, porque no fue hasta llegar la noche y entrar de nuevo en su cama que comprendió que no sólo había perdido un dedo sino a su amante, porque tras intentarlo con todos los otros nueve se dio cuenta de que no era lo mismo, de que no sabía igual, era mucho menos gustoso, y entonces estalló en un grito desgarrador que casi se pudo oír en tres manzanas a la redonda; ¡¿por qué tú y no cualquiera de los otros nueve?!

Dedicado a mi amigo Bocanegra

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